8 de agosto de 2022
-¿Cree que la presencia de Lacan en Caracas en 1980 marcó un punto de quiebre para el psicoanálisis de habla hispana? ¿Es posible hablar, entonces, de un Lacan hispano?
-Sí, Caracas 80 ha sido un corte en la historia del psicoanálisis de lengua española. Pero es un corte après-coup del corte inicial que fue el de Oscar Masotta. Como se sabe, Oscar Masotta era un crítico literario, crítico de la pintura, pero conocía a un psicoanalista famoso en la Argentina: Enrique Pichon-Rivière. Los ‘50 eran tiempos en que Lacan no había publicado un libro de psicoanálisis, ninguno. Y para conocerle se necesitaba leer artículos en revistas especializadas. Y Pichon-Rivière tenía esas revistas de psicoanálisis con artículos porque supongo que era abonado a esas revistas. Y esos primeros artículos de Lacan han hecho conocer a Masotta. La primera vez que Masotta citó a Lacan fue en un artículo sobre Sartre en 1960. Fue el primero. Tengo la información por un artículo que Germán García publicó en Página/12. Y a partir de eso, Masotta comenzó a difundir a Lacan en la ciudad de Buenos Aires y a interesar a más y más gente, como psicólogos que no podían entrar en ese tiempo en la Sociedad Internacional porque esta sociedad exigía el diploma de médico. Los psicólogos fueron lectores de Masotta, pero hubo también sociólogos, lingüistas, filósofos, médicos y escritores. Un público amplio y diverso que poco a poco creció hasta el momento en que Masotta sintió que podía crear una escuela.
Aquí podrá acceder a la entrevista completa:
https://www.pagina12.com.ar/447697-jacques-alain-miller-lacan-anticipo-la-dominacion-del-capita