- Sumamos una nueva conversación, ahora de la Revista Desvíos con Germán García, flamante Honoris Causa por la UNC. En esta oportunidad a partir de la publicación del libro “Derivas analíticas del siglo” (2014), charla que, como caracteriza al estilo del implicado, transforma el tiempo (su trayectoria que lo convierte en referente del psicoanálisis en castellano) en espacio (sus efectos de formación en la creación de un ámbito para la transmisión).
Entre los asuntos mencionados en la entrevista, recomendamos:
-La pregunta sobre la divulgación: ¡Sapere aude! Si la divulgación degrada el objeto que quiere transmitir, nunca se sale de la minoridad. Donde esta premisa kantiana no se instala, otro toma el lugar de Amo, atendiendo que la culpabilidad de la minoría de edad es por un saber que se sabe (la neurosis es infantil). Viene al cruce el recorte que genera en lo público la táctica de escribir entre líneas. La paradoja entre lo público y lo privado de Kant, junto a la idea que desprende Kojéve de su lectura de Leo Strauss!
-El estilo tardío en Lacan, con su acento anacrónico, pero que toma su pulso de la más intensa e irreconciliable expresividad. Lo tardío como irreductible inmadurez.
-Cuando el bricolage, conjunto heteróclito, no logra engarzar como ciencia de lo concreto si no que queda empantanada en la más superficial importación, al servicio de la adaptación a un estándar.
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Adjuntamos entrevista realizada recientemente por Elena Levy Yeyati en Radio Lacan a Germán García a propósito precisamente de la publicación de su libro mencionado mas arriba, editado por la UNSAM.
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- En el año 2009 E. Cueto le hace la siguiente entrevista al Dr. German García dedicada a O. Masotta. En la misma cuenta su encuentro: los ensayos Sexo y traición en Roberto Arlt y Macedonio Fernández. La escritura en objeto, la revista cultural Los libros dirigida por el recientemente llegado de los cursos de Roland Barthes, Héctor Schmucler, el epílogo a la primera edición de El Fiord de Osvaldo Lamborghini, son el tejido de ese encuentro. Al origen de la Escuela Freudiana se sumaron: el programa de estudios armado por Masotta inspirado en el índice razonado de Los Escritos, cuya autoría es de J-A. Miller; el número de la revista Los Libros que incluía el debate psicoanálisis y política, la crítica al grupo Plataforma y documento, la respuesta de Baremblit, la respuesta a la respuesta de German García, Miriam Chorme y Juan Carlos Torre. La invitación de Masotta a Maud y Octave Mannoni, la mesa plenaria con psicoanalistas de la APA. Otros hilos y diferentes tramas que se sumaron al complejo cultural que dio origen a la Escuela Freudiana de Buenos Aires. Masotta como enseñante: “Todo se podía aclarar pero no todo se entendía”. La difusión de Lacan en Argentina tuvo muchas versiones, pero la de Masotta tuvo el impacto, el encanto, la capacidad constructiva amparada en una lógica de lectura: Masotta lector (también traductor) de J-A. Miller. La parodia y la escuela: El Fausto de Estanislao del Campo. El tema de la importación. La posibilidad de despertar del sueño de identificación. La pertenencia y la referencia. Lo dicho en Europa que llega como una orden. Las costumbres espiritistas y el lacanismo puro e idealista. La fundación de la Biblioteca Freudiana como una manera de intervenir en la cultura y Masotta como alguien que sabía hacer con eso. El Instituto Oscar Masotta como una herencia. El efecto “populista” versus la institucionalización tipo APA. El psicoanálisis inserto en la sensibilidad social. La enseñanza de Masotta: hacer Escuela.
- Continuamos con “Una Larga marcha”, entrevista realizada en el ’95 en la revista Analítica del Litoral. A tres años de la fundación de la EOL y de la AMP, fiel a su estilo, el entrevistado no se deja llevar por los espejismos que a veces rodean ciertos puntos de llegada. Puede ocurrir que, inevitablemente, una conquista se deslice sólo en una dirección… Mano única representada por los supuestos que guían una carrera recta y en línea ascendente. Pero también puede pasar que algunas voces se descuenten de esa monotonía. En este texto podemos apreciar un tono, un modo que se desacopla de la disancia analítica*. Por ejemplo, con las afinidades electivas hay un juego a dos puntas. Ya sea desde el psicoanálisis en la trama cultural y al revés, en un lugar donde supuestamente ya está “todo dicho” -en el corazón de la comunidad analítica- valiéndose de esta trama se hace lugar a la inventiva del discurso analítico. Trayecto que adquiere el valor de mapas conceptuales para orientarse en distintos países y distintas lenguas. Así se puede mencionar la parodia (Estanislao del Campo con Oscar Masotta), Caracas (restar el patetismo de los ideales o la alegoría dostoievskiana: medir el valor del otro por el desprecio que se padece), Barcelona (la Gran decepción y el aprendizaje), el territorio es el discurso (Jaques-Alain Miller hablando en castellano en Buenos Aires). Asimismo, Buenos Aires como un resto fecundo da lugar a un topos inédito… No hay origen, el psicoanálisis entra y se instala en algún momento en un contexto determinado tras caminar una larga marcha en las “profundidades del gusto”. ¿El porvenir? Por suerte no está asegurado, dependerá entre otras cosas, de cómo proseguimos con una sumatoria desigual con la vida de ese discurso, siempre recién llegado, llamado psicoanálisis.
- En Departir, se divide al psicoanálisis y la literatura. El hiato entre ambas instituciones Germán García las anuda mediante su experiencia atravesada por dos operaciones: lectura y escritura. El inconsciente que se lee porque está escrito. La gramática del inconsciente diferente de lo que se puede hacer con ella. La posición diferente del psicoanalista al del analizante. La escritura objeto en tanto agálmata y escoria. La importancia de la resón en los nombres propios. El escritor que rechaza el poema que lo constituye y es fiel a sus resonancias, lo transforma. El gusto de GG por escribir lo que otros escriben. Gusto impulsado por la valoración de la crítica, a partir de Roland Barthes. Su interés por la lectura de Witlod Gombrowicz, en la que descubre la comedia fálica de las identificaciones; de Rabelais y sus palabras congeladas que advierten a Lacan no convertirse en el Freud de la IPA; de Kafka quien marcó un ideal de lector solitario para transformar la soberbia en miseria y la miseria en misterio. Una cita divertida con German García, con sus giros lingüísticos breves e inesperados, humor e ironía.
- El deseo es lo que uno hace, es el punto en que confluyen los distintos hilos que argumentan una práctica promovida con pasión alegre (la que es causada y se empeña en obrar un perfeccionamiento, en sentido spinoziano). El nacimiento del IOM y su fundamento coyuntural. El movimiento libidinal frente a la burocracia que da forma a la pulsión de muerte y complica la vida. El espíritu del IOM: hacer algo con la nada que hay en cada lugar. Como apólogo, Costumbre de los ahogados, de Jarry: contra la perezosa indolencia, cómo ser analista si no se tiene por ventura el favor de la corriente. Tercera de las entrevistas escogidas que cierra el tríptico donde se perfila, como faltando en el mar de los nombres propios, el deseo, en el discurso que le conviene.
5. EL DESEO ES LO QUE UNO HACE