César Mazza
“Cuando las palabras devienen un nonsense impenetrabilis” Rapsodia, Marcelo Zabaloy
El decir, ¿es acontecimiento en la experiencia analítica? Me interesa explorar en estas breves líneas la palabra que se produce en un momento particular del análisis, en razón del acontecimiento.
Advertidos de la riqueza inagotable de la letra de Lacan, aceptando sus dificultades, podemos recordar la invitación de Jacques-Alain Miller “a leer a Lacan, como ocurre en el Curso semanal que hago (…) reconstruyo la problemática subyacente a su enseñanza, que sin embargo aflora” (1). Partiré de leer puntualmente este recorte de El Atolondradicho: “De ahí su atractivo para el pensamiento que allí encuentra el nonsense propio del ser, del deseo de una palabra sin más allá.” (Lacan, Otros escritos, 503).
Lacan le da al nonsense el estatuto de disparate, término retomado de un texto de Freud, en afinidad con toda una saga literaria, en la que Lewis Carroll y Raymond Queneau se destacan (2). Donde una de las claves es la satisfacción en juego antes que el sentido, incluso en la paradoja o el juego con el absurdo que justamente desalojan el sentido, lo desbarata.
La dimensión de “una palabra sin más allá”, en la experiencia analítica, se hace presente en el nonsense y en el ausentido (3). Es una palabra que permitirá sustraerse de la voracidad del sentido y dar lugar a la chance del acontecimiento del decir.
Subrayaremos una articulación entre esta palabra que se juega en el contrasentido (non –sens) y el acontecimiento que perfora la hinchazón (gonfle) fálica de la palabra.
La noción de materia es una clave en esta indagación. Lacan en el Seminario 24 plantea que la materia se refiere al cuerpo, a su consistencia, como aquello no susceptible de deslizarse hacia el valor de intercambio. Así, esta materia, material-no-miente (4), se diferencia de la unidad de valor. El decir en la experiencia analítica efectúa una objeción al empuje incesante del discurso capitalista -basta que alguien comience a hablar para que, insospechadamente se convierta en su portavoz- que intenta convertir la materia corpo-sistente en una abstracción metafísica; sirviendo como moneda de cambio: lo que vale para uno, vale para otro.
Esta chance del “deseo de una palabra sin más allá” se hace con la materia del goce. El material donde se asienta es el habla-ser (parle-être), sustancia de este saber que sabe “más de lo que cree saber”, afirma Lacan.
Este decir, entonces, podrá acontecer en su contingencia cuando por efecto del corte, el analizante disparate la palabra que siempre, metafísicamente hablando, creyó saber…
Notas
(1) Miller, Jacques-Alain: “Lacan clínico”, Matemas II, Ed. Manantial. Bs. As. 1988.
(2) Se puede tener en cuenta la experimentación y el juego con las letras realizadas por OULIPO, una asociación fundada en París en 1960 por el matemático francés François Le Lionnais y el escritor —también francés— Raymond Queneau. La sigla significa Ouvroir de littérature potentielle o Taller de Literatura Potencial. Una de las bases de este movimiento (que en sus filas contó con escritores como Italo Calvino y Georges Perec) es la de establecer reglas, a veces arbitrarias, para generar textos. Por ejemplo, escribir una novela entera sin usar la letra E. O, aplicar formulas a obras ya escritas para generar nuevas obras. En este caso, existe la fórmula oulipiana S+7 en la cual se toma un poema ya existente y se reemplaza cada sustantivo con el séptimo sustantivo en el diccionario después del que aparece en el poema. También es de destacar el caso del escritor Witold Gombrowicz, referencia temprana de Jacques-Alain Miller. Cf. Un comienzo en la vida. De Sartre a Lacan, Ed. Síntesis, Madrid, 2003.
(3) Se puede retomar el comentario de Bárbara Cassin en su libro Jacques el sofista. Lacan, logos y psicoanálisis (Ed. Manantial. Bs. As. 2013) respecto de tres negaciones efectuadas sobre el sentido en el mencionado texto El Atolondradicho.
(4) Neologismo matériel-ne-ment, basado en matériellment. Cf. la Clase del 14 de diciembre de 1976, Seminario 24. Revista Lacaniana 29, Ed. EOL, Bs. As. 2019. Traducción de Gerardo Arenas.