Entrevista a César Mazza por Alejandro López de Revista “El Prismático. Psicoanálisis y cultura” de la Biblioteca Analítica de Jujuy.
Organizado por la Asociación Amigos de la Fundación Descartes tuvo lugar el XVII Coloquio Descartes Destellos mediterráneos, el 14 de diciembre del 2013. Con la iniciativa de Germán García se convocaron algunos de los actores que dieron vida a las publicaciones Pasado y Presente, escrita, exordio de Córdoba, Literal y Descartes de Buenos Aires. Así Héctor Schmucler, Juan Carlos Torre, Antonio Oviedo, César Mazza, Marcelo Izaguirre, Juan Mendoza, Germán García, Ignacio Penecino pusieron en escena el talante de cada publicación ¿Cómo proseguir la intensa conversación del psicoanálisis instalada por Pasado y Presente, Literal, escrita, Descartes y de una forma incipiente por Exordio? fue una pregunta que se deslizó… la salida del número 5 y 6 de Exordio y la publicación facsimilar de escrita son dos nuevas cartas que se tiran a la mesa para avivar los destellos que el acontecimiento dispersa.
AL- En relación a su investigación y registro sobre las revistas de psicoanálisis lacaniano en Córdoba, ¿Cuál sería el valor e importancia que pueden extraerse de dichas publicaciones?
CM- Sí, es una pregunta que la tratamos especialmente en el Nro. 3 de Exordio ¿cuánto de lo escrito tendrá un valor o estatuto analítico? y ¿cómo establecer dicho estatuto? Ensayemos una respuesta en base a algunas líneas esbozadas por Jacques Lacan en su Seminario de La Angustia. Una publicación deviene enseñanza cuando logra franquear una mera recopilación de datos, fechas, clasificaciones, números, nombres. Cuando la producción incursiona “en la dirección de acercarnos a aquello que constituye su fuente, o sea, la experiencia” (Lacan, La angustia). Pero no dejamos de advertir que:
“Aquí se presenta una ambigüedad, que no se debe tan solo a que aquí se mezclan con nosotros algunos no analistas. Esto no supone grandes inconvenientes, puesto que también los analistas llegan aquí con posiciones, posturas, expectativas, que no son forzosamente analíticas. Están ya suficientemente condicionados por el hecho de que en la teoría que se hace en el análisis se introducen, en una cantidad mucho mayor de lo que parece a primera vista, referencias de toda clase, que se pueden calificar de extra-analíticas, psicologizantes, por ejemplo.” (Op. Cit.)
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AL-En diciembre del 2013 se realizó en Bs. As. el XXVII Coloquio Descartes, denominado “Destellos mediterráneos”, donde se presentaron las reediciones en forma facsimilar de las revistas Literal, escrita, Pasado y Presente, la Revista Descartes y Exordio. ¿Qué lectura puede hacer al respecto?
CM- El Coloquio Destellos mediterráneos marcó una inflexión en el Programa psicoanálisis en la cultura y en Exordio. Nos permitió verificar el trabajo que estamos realizando. Más específicamente encontramos la ocasión de exponer el archivo. Según lo planteado por Boris Groys, un archivo funciona como contexto específico de comparación, entonces ¿cómo dilucidar qué es lo nuevo sino contamos con esta referencia? Este archivo resitúa las publicaciones que con el tiempo se constituyeron en faros donde se trama un punto clave del emplazamiento del psicoanálisis en Córdoba, por ejemplo, las revistas Pasado y Presente y escrita. La primera en los ‘60 con la presencia de Oscar Masotta y Escrita en los ‘80 con las traducciones de un texto de Jacques Lacan y el background de sus referencias literarias y textos de autores locales.
A su vez, exponer y dialogar con interlocutores del psicoanálisis, los colegas del Centro Descartes y con los amigos de la causa analítica, escritores e intelectuales de Córdoba y Buenos Aires, fue y sigue siendo algo conmovedor. ¿Qué se conmueve? Advertir que los textos tienen una encarnadura no deja de sacudir cierta increencia, cierta incrédula suposición. Es decir, que la ética de las consecuencias puesta en juego inevitablemente deja a los protagonistas en otra situación y esto fue algo que no deja de trasmitirse, que sigue pasando… Cada publicación en cierto punto encontró su vida por una apuesta en singular. Pasado y Presente fue, en palabras de Héctor Schmucler, expositor del Coloquio, la imprevista creación de un grupo dispar de intelectuales que pensaron y escribieron sin ningún programa preestablecido ni bajo el amparo de ninguna organización u aparato político. Tal vez sus hallazgos y sus virtudes radicaron en esa singular comunidad de trabajo. Desagregada de toda actividad académica y con una marcada confluencia entre literatura y psicoanálisis sale a las calles en los comienzos de los ‘80 escrita. En su primer número publica una clase del Seminario Encore de Lacan. Así, escrita se proyecta en un lugar de referencias tanto para el analista y el crítico literario, como también un lugar recurrente para la más lúcida calaña de lectores de todas las épocas. Los siguientes artículos “Elogio de la casuística” de Philippe Sollers publicado originalmente en Tel Quel 77, “Performativo-constativo” de J. L. Austin y el poema de John Donne “El éxtasis” traducido por E.L. Revol son una muestra representativa en los primeros números.
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AL- Roland Barthes plantea que “la elección, y luego la responsabilidad de una escritura, designan una libertad, pero esta libertad no tiene los mismos limites en los diferentes momentos de la historia, y que bajo la presión de la historia y de la tradición se establecen las posibles escrituras de un escritor dado”. Teniendo en cuenta esto, ¿qué diferencias o cambios pueden entreverse entre las revistas de los años 70, 80 y las revistas actuales de psicoanálisis? ¿Y la recepción de las mismas?
CM- Tal vez para responder a esta cuestión tendríamos que recurrir al tema del anacronismo del síntoma. Hay cosas que no se superan y retornan de vez en cuando: “¿Puede un psicoanalista tener ideas que no sabe escribir, aceptar el estilo del Otro como exterior a su decir?” es una pregunta de Germán García de 1980 en el prólogo a un libro de Masotta (“Historia y transmisión” en El Modelo pulsional. Oscar Masotta. Bs. As.: Ed. Altazor.). Entonces el anacronismo tendría una doble faceta, ya sea como aquello que no se supera; en la editorial de Exordio Nro. 2 proponemos una clasificación de un “Lacan al revés”: calamidad recitadora, ilusión de pertenecer a una cultura central, cretinización y mediocridad expandida. O, la ocasión de hacer otra cosa con determinados textos que no llegaron a ser leídos-devorados por los dictados del sentido común. Se pueden tomar como precursores de un Exordio, de nuevo comienzo en términos de una instalación del discurso. Por ejemplo, en escrita 2/3 (Córdoba, 1981) el artículo “Elogio de la casuística” (P. Sollers) encontramos el principio de Tartakover: refuerza siempre tus puntos fuertes, nunca tus puntos débiles. En su reencuentro con Sollers, este principio es puesto en escena en Las Cartas a la Opinión Ilustrada por J.-A. Miller en el 2001. Curiosamente en ningún texto de psicoanálisis publicado en Córdoba entre 1981 y 2001 encontramos la referencia a este principio. Entonces un pequeño hallazgo como este comprueba el anacronismo de una publicación que no deja de instalarse en un traumatismo, cuyo valor enunciativo radica precisamente en un trabajo a destiempo, inasimilable a las imposiciones de las modas. Tanto el dossier de Exordio como la reciente edición facsimilar de escrita apuestan a proseguir la instalación del discurso del psicoanálisis en la trama de nuestra cultura. Las chispas que dispersan estas publicaciones conquistan la terra incógnita de los analistas por venir… En manos del incierto lector queda el acto fallido como posibilidad del deseo no prevenido. La comunidad analítica reaviva el humor que conlleva esta extraña vida asociativa. Una vida asociativa sin socios. Entonces, estas publicaciones se ofrecen al destinatario no consustanciado en desenlaces ni en finales como escalones para entrar o reinstalar ese extraño discurso, sin escaleras preestablecidas.
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AL- Teniendo en cuenta, como usted dice en Exordio Nro. 4: “el psicoanálisis es un discurso que, por definición, llega e irrumpe en determinado territorio como «recién llegado», siempre está entrando y nunca termina de instalarse puesto que se tiene que reinventar permanentemente”; ¿cuál sería la apuesta de las divulgaciones psicoanalíticas en la actualidad y que factores deberían tenerse en cuenta en sus publicaciones?
CM- Precursor, apropiación, dossier. El lector, en el sentido fuerte del término, es aquél que crea a sus precursores. Así, en ese movimiento, un Lacan trazó las coordenadas de su lectura de Freud donde el retorno a Freud emplazó en París y en la lengua francesa el nuevo centro del psicoanálisis. Inventó un nuevo lugar para el psicoanálisis, en otra lengua y en otro contexto. Miller sugiere que su lectura, en ocasión de editar Autres Écrits (2001), guarda una afinidad con el célebre copista Pierre Menard. Entonces, la repetición de escribir El Quijote, llevada a cabo por Pierre Menard, en un francés de comienzos del siglo XX, es una innovación, no se trata de un reflejo mimético sino que esa repetición produce un significante nuevo. A su vez, se puede ensayar la siguiente conjetura: Oscar Masotta con su aforismo –“allí donde repito, traiciono y allí donde quiero transformar no hago más que repetir”- realiza una versión de esta operación que estamos despejando. Creo que es la lectura inaugural de Lacan en lengua castellana. Se trata entonces de ubicar el tema del original y la copia, de la mímesis identificatoria versus la apropiación de un discurso. En la apropiación pasaríamos de comprar en una cultura central -¡como si tan sólo se tratara de un saber precocido!- a una vital innovación utilizando los recursos que se puedan extraer de nuestra lengua. En una cultura de importación, donde fácilmente se cae en ser presa de operaciones de prestigio, tal como lo dice Lacan, arriesgo, con esta publicación, a seguir enriqueciendo el archivo. Otro ejemplo: En un texto del Prof. Stagnaro publicado en Exordio Nro. 4 se analiza el tema de las clasificaciones diagnósticas, en especial las que se proponen en el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la American Psychiatric Association), luego de afirmar que el diagnóstico es siempre un juicio de valor, afirma que la nosografía es la llave de la terapéutica en medicina. “Quien define la nosografía está prefigurando el tipo de terapéutica que se va a aplicar”. Ahora bien, hay una serie de conceptos que son necesarios ubicar a fin de entender cómo están armadas las nosografías: signo, síntoma, etiología, patogenia, síndrome. Para el análisis de las nosografías, dirá Stagnaro, se requiere combinarlo con el estudio de la epistemología, de la historia, de la clínica y de la psicopatología. Una articulación entre estas disciplinas nos permitirá un estudio crítico de las nosografías que nos llegan. No basta, por ejemplo, con la psicopatología o con la clínica puesto que cada nosografía tiene su fundamento en una o varias teorías, y sólo una investigación rigurosa que rastree esas teorías se podrá hacer teniendo en cuenta una perspectiva histórica… Pero cuando decimos “que nos llegan” nos estamos refiriendo, en una cultura de importación a una imposición del mercado, entonces es de vital importancia para no condenarnos a un uso cacofónico del discurso ubicarnos respecto del archivo. El archivo instala un presente, trabaja con los restos de lo que fue, de un pasado para nada ideal.
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