Por Franco Rodríguez
La costumbre de entrar en lecturas sin conexión aparente -entra en todas partes, escribe Rimbaud- me condujo al escrito de Hernán Brizio publicado en exordio N° 11.
Releo el texto en cuestión, Un Tropiezo… y sólo en esta segunda lectura me percato de la profundidad de la cita de Germán García que abre el texto: Siempre el deseo es, dice Lacan, una beance, una grieta en cualquier cadena causal.
Ensayo un arco sobre el texto que recoge los pasajes de distintos nombres por un hacer inacabado: Se trata de Beckett explotando la impotencia descartada como inutilizable por los artistas, o de César Mazza leyendo salteado en un colectivo de vuelta de Junín – ciudad natal de Germán García- y anotando en su libreta “manía de una vida digresiva”; pasando por Masotta escribiendo sobre los intentos frustrados de escribir sobre Arlt, y Vila-Matas celebrando el arte de no terminar nada.